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¿Qué es la glositis?

Cuando se habla de higiene bucal inmediatamente se piensa en el cepillado de dientes, pero para tener una higiene oral completa no hay que olvidarse de la lengua, un elemento de gran importancia para nuestra salud bucal. En ella se encuentran las papilas gustativas, un conjunto de receptores sensoriales que son los principales responsables del sentido del gusto, gracias al cual podemos diferenciar los distintos sabores de los alimentos.

La glositis se trata de una inflamación de la lengua ocasionada por diferentes razones. Las más comunes son alergias a alimentos o a medicamentos, infecciones producidas por bacterias, hongos o virus; alguna deficiencia vitamínica o por alguna lesión en la boca.

Síntomas

La glositis se puede manifestar con mayor o menor intensidad, pero existe una sintomatología común:

-Lengua hinchada

-Dificultad en la deglución y la masticación

-Coloración pálida de la lengua

-Cambios en la textura lingual

Cuando la glositis es muy intensa la hinchazón de la lengua puede provocar dificultades en el habla y la obstrucción de las vías respiratorias, lo que puede conllevar complicaciones serias, por ello ante cualquier síntoma, aunque sea leve, es recomendable acudir al dentista para que valore cómo proceder. Su tratamiento es sencillo, se soluciona administrando ciertos antibióticos, alterando levemente la dieta del paciente y complementarla con algún suplemento vitamínico recomendado por el especialista.

¿Cómo prevenirla?

Como cualquier enfermedad de la boca, la mejor manera de prevenir su aparición es llevando a cabo una higiene oral minuciosa todos los días. Es necesario cepillarse los dientes después de las comidas (especialmente antes de irse a dormir) todos los días y durante al menos dos minutos para eliminar todos los restos de alimentos que hayan quedado en la boca. La seda dental también es imprescindible para conseguir una limpieza completa y eficaz, y por supuesto no olvidarnos de la lengua y las encías. Además de los dientes es importante cepillar suavemente la lengua y las encías para eliminar los restos de alimentos y bacterias que hayan quedado en ellos, una tarea que queda en el olvido para muchos, pero que es sumamente importante para lograr una limpieza total.